viernes, 13 de agosto de 2010

Poema a Salvador Dalí

A raíz de un espectáculo de arte contemporáne que hicimos un día indeterminado en el tiempo... siempre me quedó la asignatura pendiente de escribir algo que pudo haber dicho Gala, la musa de Salvador Dalí, a su gran amor...


Salvador ya yaciste,

Ya moriste: ya no existes.

Salvador me inmortalizaste

Y al limbo me alzaste.

Salvador

Falleciste y te evaporaste

Te he amado como a nadie,

Ayudándote a cada instante,

Leyendo para ti y escuchándote.

¿Para qué?

Para que genio te llamasen

¿Y yo qué?

Hijos no tuvimos

Mas de amor nos moríamos

Primero yo y luego tú, amor mío.

No hay pero que el destino

Que nos ha unido

Y luego desunido.

Mas cupido es cruel y mezquino.

¿Para qué vivir

si luego hemos de morir?

¿Para qué sentir

si luego hemos de partir?

Salvador mío…

¡¡¡Sálvame de este hastío!!!

Salvador te salvé del fracaso,

Te salvé del anonimato,

¿Y tú qué me diste?

¿Unos buenos cuadros?

¿Un museo?

Cuando yo fallecí

Sabía que tú me seguirías.

Sin mí no serías nadie

Y tú lo sabías

Porque nuestro arte

Era de los dos, era parte inseparable.

Era nuestro escape

Y mi forma de amarte.

Te apoyé sin pedir nada a cambio,

Te apoyé para que fueses alguien distinto.

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