viernes, 17 de junio de 2011

Rodrigo García y La Carnicería Teatro

Rodrigo García es innovador, es transgresor y... es él. Muy valorado en Francia (para variar...). Para mí es un "friky", pero un buen friky: hace lo que quiere, cómo quiere y si no te gusta te levantas de la silla y te vas pensando que acabas de ver algo único. Es único. Este fragmento es de lo último que ha escrito. Para mí también es un dios cuando leo textos suyos y me digo a mi misma: "Dios... qué bueno!, joder! qué bueno!". Si tenéis ganas de leer buen teatro contemporáneo y muy arriesgado: buscadlo en google.


Ahora los bebés aprenden inglés en la maternidad. Salen del coño de la madre, se les corta el cordón del ombligo, se les limpia y seca, y se les lleva inmediatamente a la sala de al lado, junto a otros veinte recién nacidos, a recibir su primera clase de inglés.

En África y en Brasil los hijos son fruto del encuentro fortuito de un coño de trece años que acaba de estrenar ovulación y un chorro de esperma que pasaba por ahí. Son hijos del deseo y la libertad, son los hijos que no se planifican-como si un hijo fuera algo que se puede planificar, como un programa de una secadora de ropa-.

Esos hijos forman parte de un plan bello y a la vez siniestro del azar y la naturaleza, mientras que los hijos de las parejas del primer mundo son fruto del devenir de la economía, que tiene su lado siniestro, pero carece sin embargo de belleza.

Podéis, si os apetece, apuntaros a toda clase de curso y estar bien preparados, aunque yo os garantizo que cuando

Llega el desastre

El desastre llega

Y el desastre nos llega a todos

Y quien diga que su vida no es un verdadero desastre

Me miente.

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